¡No sin mis colegas!
Las vacaciones de verano con los colegas son claramente el mejor momento del año. Sin horarios ni limitaciones, solo momentos para compartir relajadamente.
Cuando reservé las vacaciones de verano de nuestro grupo de amigos, ya tenía algunos criterios en mente, fijados a lo largo de nuestras últimas noches: un viaje que no nos haga perder demasiado tiempo, un festival con una buena programación y la playa para recuperarnos de nuestras noches. Y ya tenía el plan perfecto: el archipiélago de Thau.
Después de unas horas de tren, nos bajamos en Sète y dejamos nuestras cosas. Apenas el tiempo para cambiarnos y ya estábamos listos para pasar una tarde en la playa, que luego se convertiría en una copa en un chiringuito.
Después de unas horas de tren, nos bajamos en Sète y dejamos nuestras cosas. Apenas el tiempo para cambiarnos y ya estábamos listos para pasar una tarde en la playa, que luego se convertiría en una copa en un chiringuito.
Tras un breve paso por nuestro alojamiento para una breve ducha, nos dirigimos al centro de la ciudad y sus terrazas animadas para comer algo. Encontramos una pequeña mesa al borde del canal, en un pequeño restaurante tipico y nos dejamos llevar por el ambiente.
Con la puesta de sol, nuestra aventura continuó en el théâtre de la mer. Nos esperaba una gran noche y ese era precisamente el ambiente que habíamos venido a buscar aquí. Buena musica, un ambiente divertido, gente a la que le encanta la fiesta tanto como a nosotros… ¡La vida misma!