Senderismo en el macizo de Gardiole

Nuestra excursión comienza cerca de la abadía de Saint Félix de Montceau, en Gigean, en el macizo de Gardiole. El sol brilla, toda la familia está motivada, ¡siento que vamos a pasarlo bien!

  •  - © Karen Prosnier
Un tesoro histórico

No podemos resistirnos a descubrir la abadía antes de comenzar nuestro paseo. La visita comienza por los jardines, donde flota el aroma de las plantas mediterráneas que nos rodean. Rodeados de los restos del enorme edificio gótico, nos preguntamos cómo era la vida de las personas que vivían aquí.

  •  - © Karen Prosnier
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Balcón con vistas

La ruta de senderismo pedregosa nos lleva a descubrir el macizo de Gardiole y su vegetación tan especial. Una vez alcanzado el punto más alto del circuito, la vista es suntuosa: a nuestro alrededor, el verdor, la abadía al fondo y, a lo lejos, la laguna de Thau y su azul centelleante. ¡Una gran recompensa por tan poco esfuerzo, para nosotros que optamos por el tour de dos horas!

Una vez terminada la caminata, aprovechamos las mesas de picnic para que los niños merienden y admiren la abadía que se alza ante nosotros. He oído que el macizo de Gardiole también se puede descubrir en burro. ¡Será la ocasión de volver!
  •  - © Karen Prosnier
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