Todo es posible
En Sète hay muchas playas: de Valéry, de Brassens, de Varda... Pero también hay vida después de la playa.
Una vida de casa de vacaciones en el Mont Saint-Clair. Una vida cultural con la Chapelle du Quartier Haut, el MIAM o el Espace Brassens. Una cultura viva también, con el barrio de pescadores de Pointe-Courte en el mercado central, donde podrás degustar tielas y mariscos. O por no hablar del ajetreo diario de los arrastreros que regresan al puerto.
También una cultura nocturna con la magia de los canales por la noche o el Teatro del Mar y su escena mágica. Más que una vista, una vision...